Futuras generaciones

Hoy me he puesto a pensar en las futuras generaciones de este país, bueno, de las futuras generaciones y de la mía propia.
¿Qué futuro nos aguarda? ¿merece la pena quedarse en España? o por el contrario es mejor emigrar a otro país en busca de un mejor futuro.
Creo que en estos momentos este país no tiene solidez ninguna, ni en educación, ni en sanidad, ni en ningún ámbito que se me pueda ocurrir. Bueno sí, en uno si que tiene solidez, en las corrupciones, en el dinero negro, o lo que viene siendo lo mismo, en el dinero fácil.
Estos días se me ha ocurrido como sería mi búsqueda si quisiese encontrar trabajo de un puesto concreto teniendo dicho grado, sin tener que someterme a las ansiosas oposiciones y mi sorpresa ha sido que efectivamente hay pocas ofertas para dicho trabajo pero las que hay exigen unos conocimientos desfasados de un idioma extranjero, principalmente inglés. Ya hasta para cuidar niños te exigen un B2 de dicho idioma por un sueldo que no llega a 400 euros mensuales y en los que en muchas ocasiones no solo tienes que cuidar al pequeño en cuestión, si no también realizar las labores del hogar perteneciente a dicho menor. Ya si hablamos de la experiencia que te exigen para dicho puesto son para derramar lágrimas y reír, como por ejemplo 5 años de experiencia cuidando niños, el grado de educación acabado… En fin que para cuidar niños, tengo que estar graduado, poseer el título B2 certificado, tener experiencia mínima de 5 años y disponer de disponibilidad absoluta (ya que la madre puede querer que te ocupes del menor bien en horario matutino cierta semana, y en horario de tarde otra semana).
El problema es que por mucho título universitario que tenga, y por mucho conocimiento de idioma que acredite, si no poseo esa experiencia mínima el trabajo es bastante complicado que llegue a conseguirlo, es entonces cuando yo planteo una pregunta, «si los jóvenes no poseemos experiencia porque hemos estado estudiando, y si no nos contratan por no poseer dicha experiencia, ¿cómo se pretende fomentar el empleo juvenil?. Este ejemplo sirve para todo tipo de trabajos en los que exigen ciertos conocimientos y una fuerte experiencia en dicha materia.
Veremos que nos deparará el futuro cercano de España.

Aprovecha cada momento, el tiempo es oro.

El tiempo es aquel que puede repercutir en nuestro día a día, el que nos hace que tomemos decisiones precipitadas y certeras o aquellas de las que nos arrepentiremos toda una vida. El tiempo arrasa todo a su paso, es la fuerza más poderosa, aquella con la que todo el mundo lucha, aquella por las que algunos desesperan y por las que otros anhelan. El tiempo transforma todo, transofrma unas cosas para bien y otras no tanto, el tiempo cambia la visión de las personas, el sentimiento de uno mismo, el carácter, el razonamiento… el tiempo nos cambia, se quiera o no.
Creemos que lo manejamos, pero el nos controla a nostros, perdura y transforma todo, es invencible, es el enemigo de la diversión, de la felicidad, de los buenos momentos… y de los malos. Es aquel que nos ha visto llorar y reir, compartir y ser egoista, es el que se lleva todos nuestros recuerdos, pensamientos, emociones… es aquel que nos lleva de la mano hacía la muerte.

Aprovecha cada momento, el tiempo es oro.

Prefiero vivir de dolor intentando sacar una sonrisa, que vivir con una falsa sonrisa intentando reflejar una mentira.

Convivimos con el humor, la alegría, las sonrisas, las sorpresas agradables, la amistad, las conversaciones placenteras y duraderas con los amigos y no solo apreciamos y recordamos esos momentos cuando se nos vienen a la memoria, sino también, de poder y saber disfrutar como si nunca se volviesen a repetir.
Por otra parte convivimos también con el temor, el desprecio, la duda, el rechazo, la venganza, lo rutinario, la falta de humildad y las mentiras propias y ajenas. La posibilidad de que la mentira desaparezca de nuestro entorno es prácticamente imposible, aprovechándonos todos de esa situación: las televisiones disfrazan a ricos para que hagan pasar por pobres, los publicistas falsean las fotos y quitan las arrugas de la piel o las manchas de la ropa con un simple click, la teletienda nos embauca con productos imposibles y los políticos hacen trápalas insostenibles para conseguir votos.
Vivimos en una sociedad que es adicta a la mentira. Parece que se necesita mentir para ser alguien interesante. Parece que si no mientes no llamas la atención, y claro, si no llamas la atención hoy día en este país no se puede estar tranquilo ¿verdad? así lo entiende don Mariano Rajoy.
Quizás los pocos que leen este blog piensen que soy duro con este hombre, pero señores, la situación ha llegado a tal situación que como bien dijo Lucio Anneo Séneca «prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones» .
Actualmente todos, absolutamente todos los grupos políticos en España tienen la solución a esta crisis en la que ya llevamos sumidos 7 años. Aunque claro, esta «solución» tiene una verdadera mentira.
Prometen trabajo para dentro de ya, cuando las empresas aun hacen maniobras para no tener que darle unas vacaciones vitalicias a la cola del INEM a muchos trabajadores.
A mi entender para definir esa situación existen dos tipos de mentira: la útil, cuya finalidad es perseguir un bien para nosotros mismos y así poder salvar el pellejo, y la humorística con la que se intenta hacer reír. Para mi los políticos utilizan a la vez ambas porque mientras intentan salvar su programa diciendo que si que hay empleo, se ríen de nosotros no diciendo que ese contrato será a tiempo parcial, cobrando lo que uno de ellos consigue en 2 semanas y con horas desorbitadas. Quizás por eso no solo hacen humor por lo que dicen, si no también por lo que callan. Ya lo decía Robert Louis Stevenson «Las mayores mentiras se dicen siempre en silencio»
Aunque todo hay que decirlo, callan para no causarnos sufrimiento “más vale una mentira que te haga feliz que una verdad que te haga llorar.”, aunque en muchísimas ocasiones se ve las intenciones que tienen “no se como quieres que te cuente la verdad cuando ya sabes explicar mi mentira.”
Pocos políticos quedan que prefieren vivir de dolor intentando sacar una sonrisa, que tener una falsa sonrisa intentando reflejar una mentira.
Sinceramente pienso que la mentira en la política nacional es costumbre, bien porque mentir es moda en esta profesión, o bien porque mentir les hacen mas interesantes.

¿Cuanto más se van a estar burlando de nosotros?

Después de un tiempo sin escribir comienzo hablando de un tema que a pesar de entusiasmarme me merma cada vez más. No es otro que el de la famosa política de este país, de esos maravillosos políticos que nos «gobiernan» y hacen todo lo posible para que los ciudadanos tengan cada uno de los derechos que se le reconocen en la Constitución.
El artículo 47 de la CE dice textualmente así: «Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho […]». Me parece que a lo que se refiere este artículo es que los poderes públicos promoverán aquellas condiciones necesarias para que el ciudadano español pague y con saña el error de haber querido disfrutar de una vivienda digna, porque claro, el Estado entiende que si compras una vivienda y te «hipotecas» es porque das a entender que posees una disponibilidad económica para hacer frente a tal gasto. Lo que a mi parecer respecta me da que nuestros queridos políticos no se dan cuenta de que las personas, los ciudadanos del país que ellos gobiernan, no gozan del sueldo del que disponen ellos que sólo con las llamadas «dietas» tienen más dinero que cualquier familia que ingresa el sueldo de dos personas de la unidad familiar.
Me avergüenza que se llegue a la situación de que personas mayores que tengan 10 euros en el bolsillo sea para comer mañana y no para comprarse un medicamento sobre una hepatología que no duele como es la hipertensión, como es el colesterol e incluso como es la diabetes.
Me avergüenza que el señor Wert siga siendo Ministro de Educación, que plantee medidas tan disparatadas como en este caso es la del 3+2 y que precisamente siga teniendo tal cargo. ¿Soy el único que se da cuenta que la Universidad terminará siendo para los ricos? y sobre todo, ¿no hace nada este gobierno por evitar esto?. ¡No!, claro que no hace nada, sería ilógico, ¿verdad? porque claro, si la Universidad es alcanzable para todo el mundo, sus hijos pueden no ocupar altos puestos como sus progenitores ¿no?, en otras palabras y pensando tal y como parece que el señor Ministro de Educación lo hace: «¡Vamos! un día más para pensar como atosigar un poco más a los ciudadanos. Creo que plantearé el 3+2 porque claro, ¿Cómo va a poder un plebeyo ocupar un alto cargo para que a mi hijo le cueste más trabajo acceder a el? Intentaré que se apruebe y así me «cargo» de nuevo a otro tanto por ciento de los ciudadanos».
Poco falta para las próximas elecciones y de nuevo volvemos a lo mismo, falsas promesas, propuestas que se quedan en eso, falsas esperanzas, pero sobre todo miedo por parte de los ciudadanos por ver que pasará de nuevo, ¿cuanto volverán a subir las tasas universitarias?, ¿a cuantas personas se privará de poder acudir a la Universidad? ¿volverán a bajar los sueldos a medida que se los aumenta los políticos?, ¿condenarán de una vez por todas a los políticos imputados y a doña infanta Cristina?, ¿cuantos desahucios más se producirán?, y sobre todo y más importante, ¿CUANTO MÁS SE VAN A ESTAR BURLANDO DE NOSOTROS?

¿Sabemos realmente quiénes somos?

Puede, que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos seamos conscientes de lo que hacemos o dejamos de hacer, pero ¿sabemos realmente quiénes somos?
Quizás y tal como pasó en una novela de Miguel de Unamuno llamada Niebla, en la que el personaje termina cobrando vida y empieza a hablar con el escritor, nosotros, podemos estar viviendo algo ficticio, una vida la cual no llegue mas allá de la imaginación del que nos escribe, un mundo donde en realidad ni sientes, ni piensas, si no que es el escritor quien decide cuando lo haces.
Se trataría de una realidad falsa, como si nada de lo que vivieses fuese cierto, como si tu vida fuese un cuento para niños.
Él decide toda tu vida, amores, amistades, familia… así como los rasgos y virtudes de cada uno de ellos. Hay veces que crees estar viviendo lo soñado o repetir algo que ya creías que habías hecho, pero es solo una equivocación fruto del escritor, que como persona que es, también puede equivocarse.
Nuestros sueños y fantasías, no son mas que un mero suplemento que el escritor va relevando para que nuestra vida cobre sentido y tengamos una meta fija hacía donde dirigirnos y con suerte poder llegar.
La mala noticia de todo esto, es que él es quien decide todo sobre ti, desde tus defectos y preocupaciones, pasando por tus remordimientos y miedos hasta finalizar en como poder y deber actuar ante una situación de incertidumbre. Eso significa que es él quien decide cuando dejarás de soñar, de sentir, de vivir…
Puede que no hoy, quizás no mañana, pero llegará el momento en el que se termine aburriendo de narrar todo lo que te ocurre, bien porque le llegue otra idea a su cabeza, o otro personaje distinto a su alma, o simplemente otra ficción que poder dar a luz en su corazón y escribiendo con su puño, y es entonces donde tu vida, denominada historia por el que te escribe empezará a llegar a su conclusión.
Y es que todas las historias, tengan o no un final feliz, y al igual que tienen un comienzo, también tienen un final.

Deja de planear tu vida, no sirve para nada.

Estoy cansado de que el mundo entero me pregunte que tengo planeado hacer en una tarde, o en algún momento o situación de mi vida. Tengo muchísima imaginación, la suficiente para poder improvisar en algún punto concreto de mi vida , o la justa para poder defenderme en unas líneas sobre cualquier papel. Mi problema es que o llenaría hojas o no sería capaz de escribir una frase.
No tengo la menor idea que voy a hacer esta tarde, ¿Cómo voy a saber lo que quiero de aquí a unos años? Siempre uno quiere tener planes de futuro, una profesión, un lugar donde vivir. Pero nadie sabe como acabaremos. Odio la presión que nos meten con elegir entre ciencias o letras, universidad o ciclo formativo. En muchísimas ocasiones nuestros planes no han salido como hemos pensado … soñado. Y te das cuenta que lo mejor es no planear las cosas, no tener nada pensado, dejar que la vida venga como tenga que venir, sin planes, sin expectativas…
Por que la vida y la felicidad están en las cosas que no planeas… en las cosas que no ves venir.

Deja de planear tu vida, no sirve para nada.

«Mientras en vuestro servicio milito»

Hay quienes, más despechada que sabiamente hablando, han dicho que haría más discretamente en pensar dónde podría encontrar el pan que tras estas necedades andar palpando el viento. Y algunos otros, que de otra guisa han sido las cosas por mí contadas que como os las digo, se ingenian en detrimento de mis trabajos en demostrar. Así, por tantos y tales soplos, por tan atroces dientes, por tan agudos, valerosas señoras, mientras en vuestro servicio milito, estoy azotado, molestado y, en fin, crucificado vivo.

4ª jornada del Decámeron.

Es simple, muy simple.

Algunas veces nuestros amigos nos preguntan cómo nos definiríamos a nosotros mismos, y para ser sincero siempre digo las 3 ó 4 primeras cosas que se me ocurren, aunque la verdad, sé que no terminaría nunca de decir como soy.
Me sabe a poco decir solo esas 3 ó 4 cosas cuando me preguntan como soy, aunque es simple … muy simple.
No me gusta la gente que cree que es mejor que los demás. Digo siempre lo que pienso y hago siempre lo que a mi parecer veo más conveniente. Siempre me gusta ver el lado positivo a todo, aunque muchas veces soy el más pesimista del mundo. En un día podrás comprobar todos los cambios de humores que tengo. Pienso que la gente que se queda sentada sin hacer nada, no consiguen nada, que sólo los que luchan y se esfuerzan pueden llegar a obtener lo que quieren. Cuando no soporto a alguien se me nota. No pretendo quererlo todo porque quien todo lo quiere, todo lo pierde. Me encanta recordar momentos que me hicieron reír y ser feliz. No me gusta ver a las personas que me importan pasarlo mal, y si es así, siempre pretendo ayudar. Me gustan que sean claros conmigo y que si tienen algún problema lo digan, prefiero enemigos declarados que amigos hipócritas. Siempre intento mantener una sonrisa, aunque en muchas ocasiones no me apetezca tenerla. Pienso que cada vez se aprecian menos los pequeños detalles y que no nos paramos a pensar en lo que tenemos y en lo que hacen por nosotros. Odio las tardes aburridas, prefiero pasarlas con algún amigo. No podría vivir sin mis amigos, no son perfectos, pero para mi lo son. Me encanta hacer reír, no puedo evitarlo. Nunca olvido a amigos que han estado siempre ahí y que ahora no pueden estar. Puedo aparentar ser el más pasota del mundo pero en realidad siempre me preocupo por los demás. Adoro mi forma de ser, se que no le puedo caer bien a todo el mundo. Soy impredecible, nunca vas a saber como voy a actuar o por donde voy a salir. Sé que tengo defectos y posiblemente como el que más. Sé que no soy perfecto pero tampoco pretendo serlo y se que posiblemente hay personas a las que no le gusten verme feliz aunque en realidad eso me da igual.
Soy así y como he dicho antes, no terminaría nunca de decir como soy.

Sueños.

No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo… tú y solo tú sabes hasta donde puedes llegar para poder alcanzar lo que te propones. Si tienes un sueño debes conservarlo… nunca es tarde para poder hacerlo cumplir, pero todo ello con la conciencia de saber que todos intentarán hacer lo posible para que eso no suceda, porque ellos mismos han fracasado a la hora de querer cumplir los suyos.
¿Sabes?
Las personas que no logran conseguir sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos.

Disfrutar.

«Sí, quiero» Por una vez me gustaría decirlo sin miedo. Tirarme al vacío sin saber que me deparará en el fondo. Quiero vivir sin pararme a pensar si lo que hago es lo correcto o si lo es para el resto del mundo. Pero ello, sin detenerse en recuerdos, imágenes, sonidos, conciencia… sólo en el verbo «disfrutar». Disfrutar de todos y cada uno de los breves lapsos de tiempo a los que esté sometido, dejando atrás cada vez que dije «no», cuando en realidad ansiaba con decir «sí», cada vez que el temor y el pudor se apoderaron de mi opinión, cada una de las veces que perdí pudiendo ganar.

Me apetece mirar a otro lado, girar la cara, sonreír sin ningún por qué y decir, «hoy quiero vivir la vida».