Puede, que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos seamos conscientes de lo que hacemos o dejamos de hacer, pero ¿sabemos realmente quiénes somos?
Quizás y tal como pasó en una novela de Miguel de Unamuno llamada Niebla, en la que el personaje termina cobrando vida y empieza a hablar con el escritor, nosotros, podemos estar viviendo algo ficticio, una vida la cual no llegue mas allá de la imaginación del que nos escribe, un mundo donde en realidad ni sientes, ni piensas, si no que es el escritor quien decide cuando lo haces.
Se trataría de una realidad falsa, como si nada de lo que vivieses fuese cierto, como si tu vida fuese un cuento para niños.
Él decide toda tu vida, amores, amistades, familia… así como los rasgos y virtudes de cada uno de ellos. Hay veces que crees estar viviendo lo soñado o repetir algo que ya creías que habías hecho, pero es solo una equivocación fruto del escritor, que como persona que es, también puede equivocarse.
Nuestros sueños y fantasías, no son mas que un mero suplemento que el escritor va relevando para que nuestra vida cobre sentido y tengamos una meta fija hacía donde dirigirnos y con suerte poder llegar.
La mala noticia de todo esto, es que él es quien decide todo sobre ti, desde tus defectos y preocupaciones, pasando por tus remordimientos y miedos hasta finalizar en como poder y deber actuar ante una situación de incertidumbre. Eso significa que es él quien decide cuando dejarás de soñar, de sentir, de vivir…
Puede que no hoy, quizás no mañana, pero llegará el momento en el que se termine aburriendo de narrar todo lo que te ocurre, bien porque le llegue otra idea a su cabeza, o otro personaje distinto a su alma, o simplemente otra ficción que poder dar a luz en su corazón y escribiendo con su puño, y es entonces donde tu vida, denominada historia por el que te escribe empezará a llegar a su conclusión.
Y es que todas las historias, tengan o no un final feliz, y al igual que tienen un comienzo, también tienen un final.
PENSAMIENTOS EFÍMEROS 